viernes, 22 de agosto de 2008

Soneto de una mujer perdida.

Entre quejidos,
mientras a través de ellos se generaban sus mayores angustias,
dejó de pensar y prefirió sólo delirar,
a tal punto, que se perdió.
No encontraba su lugar, ni un camino,
sólo se dedicaba a pensar en lo que tanto le costo construir y que ahora
no tiene sentido, es por eso que se quedó callada y prefirió reirse de todo...
...ahora pasa por superficial, dejó la profundidad en casa y así es más feliz... ¿no cierto?